Miércoles 5 de Febrero de 2025

21/01/2025

La economía brasileña descarriló: datos de la crisis y primeros efectos sobre la economía argentina

Fuente: telam

El impacto, dice un trabajo de la Fundación Mediterránea, se agrava por el fortísimo y disruptivo efecto de China en el mercado del gigante sudamericano

>La economía brasileña pasó de crecer a descarrilar, dice un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea que cita dos evidencias contundentes al respecto:

    Una investigación de la Bolsa de Comercio de Rosario “El valor bursátil de las empresas no encuentra piso y la suba de tasas de interés en moneda local (que agrava los problemas fiscales y de deuda pública) no encuentra techo”, escribió Jorge Vasconcelos, economista jefe del Ieral de la Mediterránea, para quien el hilo conductor es la escalada de la deuda pública neta, que entre 2022 y 2025 habrá engordado 10 puntos del PBI por año.

    Según el autor, buena parte del problema fueron las políticas fiscales del presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva, que desde que asumió (el 1 de enero 2023) aplicó una política de gasto que instaló el déficit fiscal entre 8 y 9% anual del PBI.

    Lo paradójico, dice, es que desde 2016 Brasil venía creciendo sobre bases “relativamente sólidas”, pero con su impaciencia y su subestimación del mercado, “Lula quiso acelerar el tren y, en lugar de llegar más rápido, terminó descarrilando”.

    “Esto podría desencadenar una recesión en 2025, y una escalada mayor de la deuda pública en términos del PIB, por el peso de los intereses”, cree Vasconcelos. Y el conflicto entre prioridades fiscales y políticas y la política monetaria no tiene salida a la vista, porque las próximas elecciones presidenciales serán en octubre de 2026.

    Algo tiene que ceder. Pero cualquier intento del gobierno por meter mano en el Banco Central o del nuevo presidente de la institución, Gabriel Galípolo, por complacerlo con una política monetaria laxa, agravaría la desconfianza y podría generar una corrida contra el real.

    Con dominancia fiscal, subir las tasas de interés agrava el problema de expectativas de inflación y devaluación, en lugar de resolverlo”, explica Vasconcelos, lo cual ya está impactando el nivel de actividad. Si bien el PBI habría crecido 3,5% en 2024, se desaceleró a fin del año, como sugieren datos sobre acceso al crédito del sector privado e importaciones.

    Es allí donde ya se manifiesta un preocupante “derrame” sobre la economía argentina. Las importaciones brasileñas, que aumentaron 9,2% en 2024, serían una de las principales variables de ajuste y un real ultra-devaluado impulsará hacia terceros mercados, incluido el argentino, la producción industrial que no tenga demanda en el mercado interno, algo que ya se refleja en el mercado automotor.

    La diferencia de tamaño entre mercados, que ya era abismal, se agravó el año pasado. Como señaló una Así las cosas, concluye el estudio, “para el entramado industrial del país los temas recurrentes de la agenda 2025 en la relación con el principal socio del Mercosur estarán marcados por la asimetría cambiaria, la diferencia en el ritmo de crecimiento entre ambos países y la profundización del efecto disruptivo de China sobre la región”.

    Fuente: telam

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