21/12/2024
Laura Di Marco habló sobre su libro Juicio al Peronismo: “Muchos votantes peronistas cruzaron el charco y lo votaron a Milei”
Fuente: telam
A un año del final del último gobierno peronista, y a días de la asunción de Cristina Kirchner al frente del PJ, la periodista advirtió sobre los desafíos que enfrenta el partido que fundó Juan Domingo Perón. “Ella es un obstáculo para la renovación, es un tapón”, consideró. Una mirada crítica sobre poder, pobreza y la cara oculta de un partido que gobernó 27 de los últimos 40 años en Argentina
>“El peronismo siempre encuentra la forma de reencarnarse, de convencer a la gente de que son lo nuevo,” afirma la periodista Laura Di Marco en una entrevista con Infobae. Su más reciente libro, “Juicio al Peronismo”, expone de manera crítica cómo este movimiento político logró adaptarse a lo largo de las décadas, incluso en medio de profundas crisis, para seguir dominando el juego del poder en la Argentina. Habla en concreto del truco al que recurre para no perder vigencia. Es una definición de enorme actualidad, cuando pasó un año del último fracaso del PJ y hace unos días asumió Cristina Kirchner la presidencia del Justicialismo.
En su libro, que abarca los últimos 40 años de democracia argentina, la autora detalla las estrategias que le permitieron al peronismo sobrevivir y controlar la escena política durante casi tres cuartas partes de ese período. Sin embargo, señala que esta capacidad de reinvención está hoy en jaque. “Cristina Kirchner es un tapón para esa renovación. Su discurso es viejo, no entiende el momento, no entiende fenómenos como Javier Milei,” sostiene la periodista y autora, con “Juicio al Peronismo”, de seis libros.
“El peronismo es la biografía de la Argentina, es la biografía de la Nación. El peronismo es una expresión del populismo, es un modo de pensar, es un modo de generar un determinado sistema político. Lo novedoso es también contar cómo se reproduce el peronismo y cómo vuelve a encarnar y le hace creer a la gente que son lo nuevo. Es un proceso que no se había contado hasta ahora, para explicar ¿cómo hacen? Algunos peronistas dicen ‘el kirchnerismo no es peronismo’, cuando todos sabemos que sí es peronismo”, destacó Di Marco.
Sobre el terremoto que provocó la derrota de la última experiencia del PJ en el poder, la periodista detectó una clave: “Pasó algo muy importante en el peronismo, que es que el peronista siempre votaba al candidato peronista, pase lo que pase y a cualquier candidato que le pusieran. Durante décadas eso fue así, pero esta vez no fue así. En el 2023 hubo quienes cruzaron el charco y lo votaron a Milei. Eso es un fenómeno absolutamente novedoso en el peronismo. Y también tiene que ver con el recambio generacional”.
Al respecto, Di Marco consideró que Cristina Kirchner “es un obstáculo muy grande para esa renovación, Cristina es un tapón frente a esa renovación porque la primera cosa que te pide una nueva encarnación es una renovación generacional. Su discurso es viejo, porque no entiende a Milei, porque está desesperada con Milei, porque siente que le llevó una parte también de su electorado”.– ¿Qué la llevó a escribir “Juicio al Peronismo”? ¿Qué nota o qué matiz encontró distinto para decidirse a escribir un libro sobre el PJ?Son 40 años de historia donde el peronismo gobernó 27. Lo que transmito en el libro es que el peronismo tiene una responsabilidad mayor en la tragedia argentina. Una de las cosas que para mí estaban invisibilizadas en estas cuatro décadas -sobre todo en los últimos 27 años, en los que el peronismo gobernó- son los muertos: femicidios, crímenes políticos, accidentes dudosos.
- Claro. No lo abarca esto el libro, pero hago un paralelo: hay otros muertos entre el 73 y el 76 de los que el peronismo no quiere saber nada de hacerse responsable y que son muchos. Ese tema, de “los otros muertos” de los 70 justamente es uno de los temas que llevó a Victoria Villarruel a posicionarse políticamente.
Cuando hice el capítulo de los muertos del peronismo, los femicidios en feudos donde gobernó el peronismo, la muerte de Alberto Nisman, muertes extrañas en Santa Cruz, el caso del fotógrafo José Luis Cabezas, que de algún modo catalizó la derrota de Eduardo Duhalde, en 1999, al punto que dice en un momento “me tiraron un muerto”.– ¿Cuándo una muerte se convierte en una muerte política o en un crimen político y por qué lo une al peronismo?
- El caso Cabezas, me parece claro: se convirtió en un crimen político que tuvo consecuencias políticas importantes. En el inicio de la democracia, en 1985, le cortaron las manos a Perón y después murieron varias personas, entre ellas el juez que investigaba la causa, Jaime Far Suau, en un accidente que luego se descubrió que no fue un accidente, sino que le habían puesto una bolsa de plástico en el motor y lo mataron. Es un crimen impune. El peronismo tiene algo con la necrofilia. – A ver.Son todas tramas que van teniendo efectos políticos alrededor de ese movimiento. La muerte de Evita -si nos vamos más atrás- con todo lo que significó eso y lo que pasó con su cadáver, que lo escribió hermosamente Tomás Eloy Martínez. Lo que implicó la muerte de Perón y cómo ya después de la muerte de Perón todo liderazgo fue discutido. Mientras Perón vivía, eso no existía. Y ahí empieza otro período para el peronismo.
- Sí. Cuando escribí el libro “La Cámpora” fui a la casa de Juan Carlos Dante Gullo, que estaba en ese movimiento en la superficie, y él me dijo: “Nosotros nos equivocamos con Perón”. Tuvimos una larga charla, porque muchos de sus compañeros después iban a su casa, entre ellos los chicos de La Cámpora, y muchos hijos de compañeros que habían muerto en los 70, hijos de esa juventud maravillosa. Me contó cosas muy fuertes. También es verdad que Perón les había dado manija a esos montoneros para que de algún modo tomen el poder. Después, cuando él llegó, dijo “No, paren muchachos, ya volvió la democracia” -lo cual era verdad- “Ahora estoy yo”, les dijo a los que soñaron con la Patria Socialista que Perón les había prometido en cartas.
– Permitame que le repregunte ¿por qué un libro del peronismo?Cuando escribí el libro sobre Macri conté que la gente iba al colegio Cardenal Newman para generar contactos y amistades, para luego después obtener lugares de poder.
- Cuando pasa eso, no se está mirando el mérito, ni la competencia, ni la efectividad, sino de quién sos amigo. Cuento acá, en este libro, en “Juicio al Peronismo”, una escena de la ficción Borgen, sobre la primera ministra danesa. La protagonista deja el poder de Borgen y seis meses después tiene que hacer la fila como cualquier otra para entrar a ver a un funcionario del cual era su jefa hacía seis meses. Eso es una democracia liberal, con frenos y contrapesos, donde hay reglas racionales.
- Si estás en la Argentina y querés ir a una oficina pública, lo primero que se piensa es ¿a quién conozco?, ¿quién me puede facilitar el trámite? Eso también forma parte del populismo.
- Es culpable, en principio, de haber dejado 20 millones de pobres en su salida del poder -cuando en 1983 había 6% de pobreza-, cuatro millones de indigentes, seis de cada diez chicos que no entienden lo que leen. Es culpable, además de haber generado pobreza. Pongo un ejemplo bastante concreto: Alicia Kirchner lanzó los programas sociales...
– Los planes Argentina Trabaja.Doy un ejemplo más que cuento como leading case, que sucedió en la planta de Toyota en el 2021. En la planta de Campana buscaban un operario con el secundario completo y no lo encontraban porque los chicos de barrios vulnerables no tienen el secundario completo y los que lo tienen no quieren ser operarios de una fábrica. Finalmente, tomaron a uno, pero este chico falta dos días por semana: los lunes y los viernes no iba. Sistemáticamente, trabaja tres días, aunque le pagaban el equivalente a 1.500 dólares por mes, que era lo que ganaba toda una familia de clase media baja, es decir, que era un sueldo que le cambiaba la vida.
– ¿Qué va a pasar con el peronismo, después de todas estas consecuencias que está relatando? ¿Cuál será la nueva “encarnación”?
Ahora ¿cómo sigue el peronismo? Creo que Cristina es un obstáculo muy grande para esa renovación, porque la forma en que el peronismo vuelve a tener una encarnación y una posibilidad de contar con una nueva alma -el autor Juan Carlos Torres dice que el peronismo tiene un corazón permanente y un alma contingente- es que va teniendo oídos y va sintonizando con el clima de época.
Cristina tiene un problema de leer este nuevo momento. Por ejemplo, esto de ir contra la tecnología, cuando los pobres son los que consumen Mercado Libre, que es una empresa argentina que da muchísimos puestos de trabajo. Pero también hay que resaltar que las narrativas colectivas están en crisis, igual que la Iglesia. Este es otro hallazgo que hice en mi libro, que es la conexión entre la Iglesia Católica y el peronismo, que fue constante, fue permanente.
- Cuando el peronismo está en el poder, la Iglesia Católica juega en la interna, como pasó con Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires. Y cuando el “no peronismo” está en el poder, la Iglesia se pone en la vereda de enfrente. Como el peronismo es en sí mismo una Iglesia que tiene mucho que ver con la socialdemocracia, entonces bueno, linkea.
- El peronismo es una Iglesia, es un refugio emocional para mucha gente. Hace un tiempo entrevistaba en el barrio 31 a María Migliore, ex ministra de Desarrollo Social y me contaba que le decían a ella “Mirá, yo me crié con las estampitas de Perón y Evita, por favor, no me cuestiones a Perón y Evita, porque para mí son eso en lo que creí siempre”. Si a un católico o algún creyente le digo “Dios no existe”, se desmorona su vida, su seguridad, en lo que siempre creíyó. Es la identidad, el refugio, la pertenencia, es una iglesia. Eso pasa en otras ideologías también: lo veo en los muchachos de Milei y recuerdo que el programa de El Gordo Dan se llama “La Misa”.
Pasó algo muy importante en el peronismo, que es que el peronista siempre votaba al candidato peronista, pase lo que pase y a cualquier candidato que le pusieran. Durante décadas eso fue así, pero esta vez no fue así. En el 2023 hubo quienes cruzaron el charco y lo votaron a Milei. Eso es un fenómeno absolutamente novedoso en el peronismo. Y también tiene que ver con el recambio generacional.
– Retomo la idea de juicio: ¿qué condena le correspondería al peronismo? De acuerdo a toda esta investigación, ¿qué debería ocurrirle en la próxima elección?
Quiero volver sobre la idea de las “grandes narrativas colectivas”, como la Iglesia. La Iglesia también está en crisis. Lo entrevisté para el libro a Rodrigo Zarazaga -un politólogo jesuita que da clases en el Colegio del Salvador- y me dijo “yo tengo jóvenes que son católicos que entran a rezar, pero que están a favor del aborto”. Eso es una crisis de la cosmovisión religiosa: ¿sos católico pero estás a favor del aborto?
– Por eso preguntaba sobre la próxima elección.
– ¿Puede este peronismo encontrar otra encarnación exitosa, sintonizando de nuevo con los tiempos?
– O este tipo de democracia.
También los medios tradicionales hemos perdido centralidad y eso es verdad, por Twitter, que ahora se llama X. Los tuiteros, que se denominan “gordos tuiteros” -lo dicen ellos- plantean “nosotros pusimos un presidente”. Milei ganó en Orán y nunca fue a Orán en su vida. En Salta arrasa y estoy hablando de una provincia tradicionalmente peronista. Lugares donde el peronismo entraba de un modo muy potente, como en el Conurbano. La provincia de Buenos Aires Milei la perdió por un punto, eso está diciendo muchas cosas.
Creo que Axel Kicillof intenta hacer eso cuando dice “vamos a componer una nueva canción”. Si eso no ocurre le va a resultar realmente muy difícil conectar con los nuevos tiempos. Si busco una narración colectiva está perdido, porque hoy el valor central es la diversidad, no es el pueblo.
– ¿Este fenómeno no ocurre también en otros partidos y en otras corporaciones?Pero vino una fuerza política que fue exitosa, con un líder exitoso y eso continuó. Quien mejor expresó esto es, sin la menor duda, el peronismo. Pero es cierto que las características del peronismo están en otros lados.
- Lo voy a responder con la respuesta de una persona de más o menos 80 años, que hace un par de años me dijo “si el periodismo no hubiera mostrado todo lo que mostró de lo que ha sucedido en los últimos 20 años, yo no me hubiera dado cuenta del rol tan destructivo que tuvo el peronismo en la Argentina”.
Pero fue exitosa porque no hubo inflación durante diez años y un sector de la clase media pudo prosperar. ¿Cómo resolvió su crisis el peronismo en esa época? Comprendiendo su momento, generando un nuevo líder, generando una nueva narrativa, generando un proyecto, porque el peronismo no tiene ideas. ¿Cuáles son las ideas del peronismo?
– La última pregunta tenía que ver con eso. Tenía que ver con Milei. ¿En qué detecta rastros de peronismo?
Esto me lo ha contado él: me dijo “yo no soy gorila”, que ese es otro capítulo, esta idea de deshumanizar a quien no piensa como vos. Gorila me parece una palabra espantosa. El “gorilismo” es eso, es típico de los populismos. Fidel Castro hablaba de “gusanos” para los disidentes. Esos populismos, como Venezuela o Cuba, construyeron su hegemonía con la expulsión. Si alguien no está de acuerdo, se va. Acá, en Argentina, hubo otros anticuerpos. Milei tiene cosas culturalmente parecidas.
- “Hola, mandriles”, exacto. El debate que tiene con el periodismo es uno de sus temas. Con cualquiera que lo critique.
- Yo creo que él hace algo muy hábil, que es quedarse con fragmentos del peronismo.
Fuente: telam