25/06/2023
Maxi Rodríguez recibió una emotiva despedida en Rosario

Fuente: telam
"Hoy es el día soñado, ni soñado porque nunca pensé en esto", agradeció el exmediocampista de Newells Old Boys y el seleccionado nacional, que compartió su histórico momento con figuras como Lionel Messi, Ángel Di María y Leandro Paredes.
El reconocimiento que los hinchas de Newells tributaron anoche al exjugador de Rosario Central Ángel Di María en el partido despedida del ídolo "rojinegro" Maximiliano Rodríguez aparece como un hecho inédito que quizá marque un quiebre en la conflictiva historia del clásico rosarino.
El exmediocampista de Newells Old Boys y el seleccionado nacional Maximiliano Rodríguez fue despedido en la noche del pasado sábado por el capitán argentino Lionel Messi, el subcapitán Ángel Di María y una pléyade de excompañeros en su extensa carrera por el fútbol mundial en un partido de homenaje jugado en el estadio Coloso Marcelo Bielsa del Parque Independencia de Rosario antes unos 40 mil espectadores.
"Hoy es el día soñado, ni soñado porque nunca pensé en esto; es una película; este recuerdo me lo llevo toda la vida porque este esfuerzo que hicieron para venir a jugar un rato es algo que no tiene precio", reconoció Maxi Rodríguez en el cierre de la fiesta."Hoy es el día soñado, ni soñado porque nunca pensé en esto; es una película; este recuerdo me lo llevo toda la vida porque este esfuerzo que hicieron para venir a jugar un rato es algo que no tiene precio"
En el día de su cumpleaños número 36, Leo Messi no quiso perderse el homenaje a su amigo: "Tenía que estar acá porque lo más importante es este partido con Maxi. La verdad es que hace mucho tiempo que no pasaba un cumpleaños en Rosario con mi familia y mis amigos", declaró en diálogo con Star+.
Messi entró penúltimo al campo de juego, enfundado en un conjunto deportivo negro y blanco con la sigla MR11 en la espalda, como todos sus compañeros, y luego lo hizo Maxi Rodríguez, quien agradeció "a todos lo que están hoy acá haciendo esta fiesta y que sea un día inolvidable para mí y porque sé todo el esfuerzo que hicieron para venir a esta fiesta del fútbol".
La despedida de Maxi consistió en un atípico partido amistoso que un equipo de Newells le ganó 7 a 5 a uno de la Selección, en el que la figura de la noche jugó un tiempo para cada uno.
En Newells, dirigidos por el Tata Martino, jugaron Justo Villar, Luciano Vella, Néstor Sensini, Gabriel Heinze, Lucas Bernardi, Pablo Pérez -amonestado sin motivo a los 14 segundos por el árbitro Héctor Baldassi, en medio de las risas de todos-, Diego Mateo, Ariel Ortega -uno de los más ovacionados-, David Trezeguet, Gabriel Batistuta, Leandro Coty Fernández, Ricardo Giusti, Fernando Belluschi, Paulo Rosales, Diego Quintana, los humoristas Pablo Granados y Pachu Peña, la exleona Luciana Aymar, el actor Cristian Sancho y hasta las hijas de Maxi, Alma y Atiana.
Y en la selección argentina, conducida por José Pekerman, lo hicieron Mariano Andújar, Lionel Scaloni, Cuchu Cambiaso, Juan Pablo Sorín, Fernando Gago, Andrés DAlessandro, el Conejito Saviola, Ángel Di María -que hasta fue impensadamente ovacionado por los hinchas de Newells-, Lionel Messi, Germán Lux, Martín Demichelis, Nicolás Burdisso, Ever Banega, Martín Posse y hasta la cantante Soledad Pastorutti, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, y el empresario televisivo Marcelo Tinelli.
A los 20 minutos del complemento el locutor de la cancha detuvo el partido para anunciar el ingreso a la cancha de Benjamín Agüero, el hijo del Kun y nieto de Diego Maradona, quien le regaló a Maxi Rodríguez la camiseta número 10 que Diego uso en su paso por Newells.
La informalidad del partido llegó a su punto máximo a los 75 minutos cuando Pachu y Pablo llamaron a Baldassi desde el BAR, una barra con una picada y bebidas, y el primero invitó al árbitro: "Tomate una cervecita, Pelado".
El quiebre de la fiesta de Maxi lo hicieron los hinchas de Newells que dieron el ejemplo al reconocer al campeón del mundo Ángel Di María, formado en Rosario Central.El reconocimiento a Di María, exjugador de Rosario Central
El rosarino y excanalla reconoció: "Vine disfrutar de un amigo y una persona a la que le tengo muchísimo afecto. Era obvio que iba a estar presente en su último partido, en esta despedida más que inolvidable".
Fideo confió: "Maxi me llamó esta mañana para preguntarme si estaba seguro de venir y le dije que se quedara tranquilo, que iba a ir porque lo quiero y es un día muy especial para él".
A su turno, Maxi advirtió: "Sabemos lo que representa Ángel para esta ciudad y para el mundo. Somos amigos y acá no hay rivalidad. Quiero que hoy podamos dar un gran mensaje desde esta cancha hacia el mundo. Que Rosario esté tranquila y disfrute de un evento".
"Ángel me decía no me importa que me puteen", bromeó. "Cuando le hagan el homenaje a él, vamos a estar ahí también", anticipó.
Di María recordó: "Maxi me dejó la 11, la magia de los goles lindos e importantes. Cada enseñanza que fueron dejando los anteriores, la fuimos agarrando los demás. Ahora me toca a mí e intento mostrarle a los chicos jóvenes lo que es vestir esta camiseta y ojala que puedan seguir por este camino".
El final llegó con un emotivo video de la vida de Maxi, cuando comenzó a jugar a los nueve años en Malvinas, el predio del fútbol infantil de Newells, en el que su mamá, Claudia, contó: "El día que lo vieron jugar y pidieron que fuera el nene del buzo rojo, ahí empezó a jugar en el baby, pero él no entraba si no entraba también el Nono Mingo, que se sentaba en el banco de suplentes. Por eso el sueño más grande que le dio al abuelo es haber salido campeón con su Ñubel".
Y en el cierre de la fiesta, Maxi volvió a emocionarse junto a su familia y expresó: "Hoy ustedes hicieron algo que me hizo inmensamente feliz: respetaron a Pocho (Ezequiel Lavezzi) y Fideo (Ángel Di María), gracias a ustedes dos, que son dos animales, y gracias a todos por el cariño que me dan, que no sé si lo merezco", mientras los hinchas respondieron, por tercera vez, con el inusual "Fideo, Fideo...".
"Muchas gracias a todos los que están acá por este hermoso regalo, hicieron un día inolvidable para mí", concluyó.
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"Fideo" Di María había sido invitado por "Maxi" Rodríguez a la fiesta, junto a otros exjugadores como Ezequiel Lavezzi -quien también concurrió y pasó desapercibido por los simpatizantes "rojinegros"- y el "Kily" Cristian González, quien había declarado que "si estaba en Rosario" iba a concurrir, pero finalmente no asistió.
"A la mañana me escribió para preguntarme si estaba seguro de venir, y le dije que se quede tranquilo, que iba a ir por él y porque lo quiero", contó Di María, apenas llegó al estadio Coloso Marcelo Bielsa, del Parque Independencia de Rosario.
Incluso esta semana, hinchas "canallas" y "rojinegros" habían opinado en las redes sociales, en las que la mayoría de los primeros se oponían a que Di María concurriera a la despedida de la "Fiera" Rodríguez.
Hasta que antes del partido de despedida llegó la prueba de fuego cuando finalmente Di María se asomó a la cancha, donde fue recibido especialmente por el director técnico del seleccionado, Lionel Scaloni, quien le dio un abrazo protector, que seguramente había preparado para hacer las veces de escudo y mitigar los posibles insultos o silbidos de algunos hinchas.
"Fideo me dijo "yo voy a ir igual, no importa que me puteen, porque es tu despedida", contó el sábado último "Maxi" Rodríguez en el final de la fiesta, entre lágrimas.
Y si el fútbol -en algunas ocasiones- obra milagros, seguramente el título de campeón que los muchachos dirigidos por Scaloni lograron en Qatar el domingo 18 de diciembre último produjo en la víspera uno de ellos: Di María pisó el césped de la cancha de Newells con los nervios propios del estudiante que enfrenta la mesa examinadora y se abrazó con Scaloni.
Y lejos de sonar los silbidos e insultos esperados hacia cualquier jugador del clásico rival, de a poco comenzó a bajar de las tribunas del Coloso un cántico tímido, que se hizo cada vez más sonoro, y que recorrió el estadio como un mantra impensable en la agitada historia del clásico rosarino: "¡Fideo, Fideo, Fideo...!"
"Hoy ustedes hicieron algo que va a quedar para siempre. Gracias porque respetaron a Pocho (Ezequiel Lavezzi) y Fideo (Di María). Gracias a ustedes dos, que son unos animales, y gracias a todos los hinchas por tanto cariño, que no sé si merezco. Gracias a todos los que vinieron por el esfuerzo que hicieron para venir a jugar un rato, eso es algo que no tiene precio. Hoy es un día inolvidable que me hicieron inmensamente feliz y lo voy a llevar toda la vida", concluyó Rodríguez.
Fuente: telam