Lunes 30 de Junio de 2025

30/06/2025

Tras las multitudinarias marchas del Orgullo, Hungría y Turquía recrudecieron la represión contra la comunidad LGBTQ+

Fuente: telam

Viktor Orbán calificó de “repugnante y vergonzosa” la movilización que desafió su veto y recorrió Budapest con respaldo internacional. Turquía, por su parte, impidió el avance del Pride con detenciones y cercos policiales

>El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, calificó como “una vergüenza” la Marcha del Orgullo celebrada el sábado en Budapest, un evento que, pese a estar prohibido por las autoridades, reunió a unas 200.000 personas, según los organizadores. Fue la edición número 30 de esta movilización en la capital húngara, convertida ahora en una manifestación masiva de desafío a las políticas del gobierno nacionalista contra los derechos de las personas LGBTQ+.

Las autoridades habían advertido que los organizadores podrían enfrentar penas de hasta un año de prisión, mientras que los asistentes se exponen a multas de hasta 500 euros. A pesar de ello, decenas de miles recorrieron el centro de Budapest de manera pacífica, respaldados por figuras políticas locales e internacionales.

El alcalde progresista Gergely Karácsony, quien coorganizó la marcha desde el ayuntamiento para eludir la necesidad de un permiso estatal, agradeció públicamente a la policía por garantizar la seguridad, aunque cuestionó la legalidad de la prohibición. La manifestación fue descrita por medios locales como una de las movilizaciones por los derechos humanos más significativas en la historia reciente de Hungría.

En su mensaje en un grupo cerrado de Facebook, Orbán afirmó que el evento incluyó “espectáculos repugnantes y vergonzosos”, como un show de drag queens, hombres con tacones altos y folletos sobre terapias hormonales, según reportó el portal 444.hu. Añadió que la marcha había sido “ordenada desde Bruselas”.

Los cambios legales recientes también autorizaron el uso de tecnología de reconocimiento facial, con cámaras instaladas temporalmente en los postes de alumbrado a lo largo del recorrido. La policía confirmó que está “investigando los hechos” ocurridos durante la jornada.

Mientras se prohibía la marcha del Orgullo, las autoridades permitieron dos contramanifestaciones de extrema derecha, que, según la prensa local, apenas reunieron a medio centenar de personas.

Desde Bruselas, varias voces se alzaron en apoyo a la comunidad LGTBI+ húngara. La vicepresidenta segunda del gobierno de España, Yolanda Díaz, participó en la marcha y caminó junto a Karácsony. Eurodiputados y políticos de distintas nacionalidades también hicieron acto de presencia para expresar su solidaridad.

En paralelo, el ministro serbio de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, denunció este lunes que manifestaciones como la Marcha del Orgullo responden a una “injerencia extranjera”. El funcionario sostuvo que la Unión Europea intenta sustituir a los gobiernos soberanistas de la región mediante financiamiento foráneo y campañas de presión.

El mismo fin de semana, en Estambul, la policía arrestó a más de 50 personas antes de una marcha del Orgullo también prohibida. La Asociación de Abogados de la ciudad denunció detenciones “arbitrarias e ilegales”, incluyendo a integrantes de su Centro de Derechos Humanos.

La plaza Taksim, epicentro histórico de protestas en la metrópoli turca, fue cercada por la policía desde temprano el domingo. En un video publicado por el grupo Queer Feminist Scholars, se ve a una manifestante gritando “No nos rendimos, vinimos, creemos, estamos aquí”, mientras corre para evitar ser arrestada.

Aunque la homosexualidad no es delito en Turquía, la homofobia institucional es generalizada y alentada por las autoridades. El presidente Recep Tayyip Erdogan ha tildado en reiteradas ocasiones a las personas LGBTQ+ de “pervertidos” y ha hecho del ataque a las minorías sexuales un eje de su discurso nacionalista.

Fuente: telam

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