10/11/2024
Eleonora Wexler contó que atravesó un proceso de depresión y reveló cómo lo superó: “El miedo no es buen consejero”
Fuente: telam
La actriz confesó que hubo un tiempo en el que la embargó un sentimiento de tristeza e incertidumbre producto del cierre de los teatros y del futuro incierto de los artistas, luego de la pandemia. La forma que halló para neutralizarlo, su compromiso con algunas causas sociales y su mirada sobre la coyuntura: “Estamos en una sociedad muy compleja y muy enferma”
>Eleonora Wexler se deja descubrir. Confesará deseos y negará ambiciones. Permitirá que asome su lado más vulnerable al contar su tristeza durante la pandemia. Revelará ser un “fósforo” que arde a la primera fricción, y a su vez recordará la noche que lloró como pocas veces mirando una obra. Dirá que no le atrae la política, aunque sentará su compromiso social, el mismo que le trajo consecuencias. Y se alarmará por estar en “una sociedad muy enferma”.
En estos días se la puede ver en Flow y TNT (con un estreno semanal), protagonizando junto a Mike Amigorena la exitosa serie La mente del poder. Allí, bajo la dirección de Mariano Hueter, el suspenso psicológico se amalgama con lo que sucede en las entrañas de la escena política.
“En la serie está el mundo de la política -agrega Wexler-, pero también, de qué manera se vinculan estos personajes, cómo se encuentran o desencuentran. Y Mike es un personaje hermoso, increíble: me río mucho con él. Pero también trabajamos mucho porque era difícil, con textos complejos”.
—Sí, trabajé un montón. Estuve con la grabación de otra serie, La bastarda, desde principios de año hasta septiembre, cuando arranqué con la obra La mentira, con Gonzalo Heredia, Lautaro Delgado Tymruk y Alexia Moyano, en el teatro Picadero. Y además acaba de estrenar Lo que quisimos ser, con Luis Rubio, una película de amor hermosa de Alejandro Agresti que hicimos el año pasado. Por eso parecía un volumen mayor de lo que es.
—¿Te gusta la política?—¿Nada?
—Nada.—Sí, me informo. Trato de leer de un lado y del otro, y me armo un poco de lío porque no entiendo del todo. Siento que nos llega una partecita así de todo lo que pasa en el fondo.
—No te gusta la política pero sos una mujer muy comprometida con determinadas problemáticas sociales.—¿Dónde se origina ese compromiso con las universidades?
—Por el compromiso con la educación. Yo no fui a una universidad, pero fui a un colegio estatal, al Bernasconi (en Parque Patricios), que me dio una formación espectacular. Y estaba la posibilidad de que todo el mundo fuera a ese colegio: ideológicamente, no concibo la educación de otra manera. Tiene que ver con un pensamiento, con una mirada de la sociedad y de un mundo para mí, con la posibilidad de poder crecer, poder estudiar y graduarte.—Trabajar en lo que a uno le gusta, aun con momentos más arriba y otros más abajo, es un privilegio.—¿Se lo lograste transmitir a tu hija?
—¿Qué vos empezaras a trabajar de tan chica, tuvo que ver con tu vocación o con alguna necesidad en tu casa?
—¿Tuvo un costo para vos hablar del aborto?
—¿En qué se traduce ese costo? ¿En qué lo sentís?
—¿Qué te pasó con esos comentarios?
—¿Y quién te frenó de contestar?
—O sea que yo te veo así, toda buena...
Eleonora Wexler se presta a jugar con Infobae y así entre otras anécdotas recordará el objeto que le prestaron y no devolvió pero seguía usando, responderá si prefiere tener sexo todos los días o una vez cada tres meses y hablará de sus recuerdos.
—¿Seguís noviando?—Entonces, si le pregunto a él cómo sos en una pelea, ¿me escondo?
—¿Qué te enoja?
—¿Por ejemplo?
—¿Tuviste alguna situación complicada en ese encerrar a alguien?
—En La mente del poder, hay una cosa de ambición en Ana, en esa Primera Dama.
—¿Vos, sos ambiciosa?
—¿Hoy, el sueño por dónde pasa?
—¿Y cómo hacés?
—Con Mauricio Dayub.
—¿Qué te ayudó a enfrentar esa tristeza?
—¿Cuánto tiempo ya de novia?
—¿Están conviviendo?
—Hablábamos de la importancia de estar presente, aquí y ahora. Pero si te doy la posibilidad, ¿elegirías viajar al pasado o al futuro?
—¿Con quién te querés encontrar?
—Te regalo una charla con tu abuela.
—¿Cómo era tu abuela?
Fuente: telam