17/10/2024
Cómo un teléfono roto puso a Anita Cobby, ex reina de belleza, en el camino de los más crueles asesinos

Fuente: telam
Una fatal circunstancia desencadenó uno de los homicidios más siniestros de la historia criminal de Australia
>El 2 de febrero de 1986, en Blacktown, Dentro del auto, Anita fue golpeada sin piedad por los cinco hombres. El dolor físico era devastador, pero el terror psicológico, aún peor. John Travers, de 19 años, lideró el ataque con una violencia brutal. Anita fue violada repetidamente mientras el auto avanzaba hacia una zona rural desolada.
Al llegar a un campo apartado, sus atacantes no se detuvieron y la arrastraron por encima de un alambre de púas. Continuaron con su cruel asalto, dejándola llena de hematomas, huesos rotos y sin la más mínima esperanza de supervivencia. Pero como aun temían que ella pudiera reconocerlos, Travers tomó una decisión final y macabra: sacó un cuchillo y le cortó la garganta. Anita Cobby quedó allí, abandonada en la oscuridad, desangrándose lentamente.El juicio, que se celebró un año después, desveló el grado de planificación y frialdad con el que se ejecutó este asesinato. Los cinco hombres fueron condenados a cadena perpetua, pero la justicia, aunque cumplida, no sería suficiente para borrar el dolor de lo que había ocurrido.
El rostro de Anita, conocido en los suburbios de Tras la ruptura, Anita decidió regresar a la casa de sus padres, Garry y Grace Lynch, en Blacktown, donde encontró el apoyo emocional que necesitaba. Sus padres eran su pilar, y la relación con ellos era tan estrecha que su padre, siempre protector, tenía la costumbre de recogerla en la estación de tren cada vez que volvía de su turno en el hospital. Sin embargo, la noche de su desaparición, un detalle trágico alteró esa rutina. El teléfono público que Anita solía utilizar para avisarle a su padre de su llegada no funcionaba. Eso la condenó a caminar sola por una calle oscura, donde, en un giro cruel del destino, sería interceptada por sus asesinos.
Las preguntas y los “qué hubiera pasado si ese teléfono hubiera funcionado” siguen atormentando a la familia de Anita.
Los responsables del brutal asesinato de Anita Cobby fueron cinco hombres. John Travers, la cabeza del grupo, tenía apenas 19 años en el momento del crimen, pero su juventud no fue impedimento para mostrar una brutalidad devastadora. Fue él quien tomó la decisión final de cortarle la garganta a Anita, en un acto de siniestra frialdad.Inicialmente, las pistas fueron escasas. Pero a la semana, un informante clave proporcionó los nombres de los cinco involucrados, permitiendo a las autoridades rastrearlos y detenerlos. El país, en estado de shock por la magnitud de la violencia, clamaba por justicia. No pasó mucho tiempo antes de que todos fueran procesados y condenados.
El juicio tuvo lugar un año después del suceso. Los cinco agresores fueron condenados a cadena perpetua sin libertad condicional, un castigo que, para muchos, no compensaba la pérdida de una vida tan valiosa. Gary Murphy murió en prisión en 2019 después de una larga batalla contra el cáncer, destino que algunos interpretaron como una especie de justicia final. Los demás continúan cumpliendo sus sentenciasde por vida, en un encierro que nunca será suficiente para borrar la memoria del terror que causaron.Durante el juicio, y tras la condena a perpetua de los cinco asesinos, las calles de Sydney se llenaron de manifestantes que exigían el restablecimiento de la A lo largo de los años, hubo intentos fallidos por parte de los asesinos de apelar sus sentencias a fin de reducir sus condenas. Sin embargo, la naturaleza espeluznante del crimen y la presión pública han hecho que el sistema judicial se mantenga firme. El país sigue recordando el impacto de este caso, y cualquier posibilidad de morigerar sus condenas resulta inaceptable tanto para la familia de Anita como para la sociedad en general.Fuente: telam